Saturday, December 1, 2018

Nunca Fui Fea


  No es fácil enfrentarse a la vida cuando ante los ojos de la sociedad no eres considerada linda; vivimos en una sociedad donde la apariencia física es cada vez más importante. Nos hemos dejado llevar por las redes sociales y por los famosos que controlan los estándares de la belleza. Es muy difícil y hasta imposible cumplir con todas las demandas que nos hemos dejado imponer por los ricos y famosos sin someternos a cirugías innecesarias solo para  poder cumplir y ser considerados hermosos.
Fue por esto mismo que yo nunca me considere bella cuando era adolecente. Adicionalmente  la burla y acoso que me hacían en el colegio  solo sirvió para confirmarme que yo era fea. Mis compañeros se burlaban de mí por algo que estaba fuera de mi control, por tener una apariencia física distinta a la de ellos. Nací con Neurofibromatosis tipo 1 (NF), una condición genética que herede de mi madre.  NF afecta a todos muy distinto, en mi caso, afecto el lado derecho de mi cara y cráneo. Hasta la fecha he tenido un total de 22 cirugías, dos de las cuales fueron para remover fibromas que me molestaban por el tamaño o el sitio donde estaban.  
La burla más  traumática fue cuando un grupo de compañeros me entregaron una nota estando en clase. Ellos estaban sentados diagonal a mi uno de ellos me entrego un papel doblado en cuatro. Al abrirlo vi  el  dibujo de un monstro con una nota que decía “una mirada cercana a Angela” cuando mire hacia ellos, todos cuatro se estaban riendo. Recuerdo que me levante de mi pupitre sin decir nada y bote el papel en la basura. No llore, no le  dije nada al profesor ni me defendí, lo único que hice fue terminar mi trabajo. Cuando mi mamá me recogió después de clases  llore, llore tanto que mi mamá parqueo el carro y me consoló, le conté lo que había pasado y que había botado la nota. Ella insistió en hablar no solo con el profesor pero también con la principal, pero yo no la deje porque sabía que si ella hablaba la burla iba ser peor  no solo se iban a burlar de mí por ser fea pero también por ser sapa.
Antes de mis 25 años yo me consideraba fea, veía mi reflejo en el espejo y no me gustaba lo que veía, criticaba mi cara y cuerpo constante mente como hacían los que se burlaban de mi cuando estaba en el colegio. Escuchaba sus voces  llamándome, fea, monstro, y hasta anoréxica. Y aunque para mis 25 años yo ya había comprobada que aunque yo creía que era fea si fue posible tener un novio, no basto para destruir completamente las palabras toxicas que no salían de mi cabeza. Mi primer novio fue el primer paso para sanar y para darme cuenta que yo no era fea, ni un monstro y mucho menos anoréxica.
Es bien triste que  demore 25 años para darme cuenta que soy hermosa y sobretodo amarme completamente. Ahora, cuando veo mi reflejo en el espejo, veo a una mujer luchadora, fuerte, y con una cara espectacularmente hermosa aun con cicatrices.  Yo he contado con el apoyo de una familia increíble, amigos  incondicionales y dos novios que aunque ya no están conmigo, callaron las voces negativas por siempre.